ENCUENTRO CERCANO DEL PRIMER TIPO
____ Cursaba primero básico. Durante un tiempo jugaba a las "telenovelas" con dos compañeras en el baño. El juego consistía en darse besos en la boca y no me refiero a piquitos, si no a "chupados", que me imagino más deben haber sido babeados y mal dados. Esto incluso lo llegué a contar a la casa. A lo que mis padres y abuelo, sólo rieron, comentando cómo su pupilo de 6 años ya era un hijo de tigre.
____ Lo que ninguno de ellos supo en ese tiempo, y este humilde servidor habría inocentemente bloqueado de su recuerdo para sólo traerlo a colación diez años más tarde, es que también había jugado "off the record" a las telenovelas con un compañerito del curso. Que ni siquiera fue en el baño, si no en la misma sala durante una clase. Las infantas babas ahora compartidas por dos chicos del mismo sexo escondidos tras un gran libro. ¿Cómo nadie se dio cuenta? ¿Habrán sido tan pequeñas nuestras cabezas que nos ocultábamos perfectamente tras ese libro? ¿Será que para nuestros otros compañeritos sólo parecía que estábamos secreteando?. Recuerdo que nos gustaba, que nos reíamos en complicidad, que era algo que debíamos esconder pero que al fin y al cabo nos hacía sentir bien. No fue recurrente, fue sólo una vez; una flor de un día con un compañero que a fin de año no volvería a ver jamás.
____ Tras recordar aquel suceso me comencé a preguntar por aquel chiquillo. ¿Será gay también hoy? ¿Se acordará de lo que pasó? ¿Si no es gay y se acuerda, lo negaría? Lamentablemente diecinueve primaveras después, de él no sé nada más que el nombre de pila, haciendo que ni siquiera el amigo Facebook me pueda ayudar a responder esas interrogantes. Sólo me queda pensarlo como una anécdota infantil, tal vez como un primer encuentro... ¿O un primer beso?